miércoles, 28 de noviembre de 2007

"Busca la simplicidad y desconfía de ella' A.N. Whitehead

El título nº4 para el ejercicio de ensayo escrito de Teoría del conocimiento de mayo de 2009 reza así: "Busca la simplicidad, y desconfía de ella." (Alfred North Whitehead). ¿es éste siempre un buen consejo para el sujeto que conoce?

Para contestar esta pregunta te propongo que consideres algunas reflexiones:

1. Las ecuaciones fractales son una combinación de elementos simples que devienen realidades complejas. Es el caso del copo de nieve de Koch ¿Conocer lo más simple implica conocer el todo?






2. La teoría del Caos explica que en un sistema dinámico en el que intervienen muchos elementos se hace difícil predecir el comportamiento del mismo. No importa que las variables que explican el sistema sean pocas y determinadas: la simplicidad parece no estar reñida con la complejidad.




3. Leer, ¿es un proceso sencillo o complejo? ¿y comer? ¿y pensar? ¿y escribir tus pensamientos? ¿Qué tal de sencillo te parece tocar el piano, declamar una poesía, o decir un simple 'te quiero'?
4. Parece que la sentencia de Whitehead nos previene acerca de los reduccionismos. ¿Te parece que el conocimiento científico tiene tendencia al reduccionismo?
5. Decir que el hombre es lo que es su ADN, ¿te parece un reduccionismo? ¿Qué olvida?
6. ¿Se puede pensar lo complejo como complejo? ¿Qué ocurriría si el hombre no buscara la simplicidad? ¿Podría haber ciencia? ¿De dónde procede la pasión del hombre por la simplicidad?
7. Compara la sencillez del arte románico con la complejidad del arte barroco. ¿Cuáles de las dos te parece expresar mejor la realidad?
8. ¿Te acuerdas del ejercicio que hicimos con el bolígrafo 'Bic' ? ¿Te parece una realidad compljea o sencilla?
9. Estarías de acuerdo en afirmar que conocer una realidad es, maravillarnos de la complejidad que encontramos en las cosas más simples; pero, también -y simultáneamente- sorprendernos de la simplicidad sobre la que se articula lo complejo?

martes, 27 de noviembre de 2007

Vocabulario Primer trimestre

Algunos de los términos que hemos estudiado durante el primer trimestre. ¿Puedes definirlos?

  1. Cientificismo: (W)
  2. Pensamiento 'objetivo'
  3. Argumento 'Ad ignorantiam' (W)
  4. Conocimiento Inductivo (W)
  5. Conocimiento Deductivo
  6. Criterio de demarcación (W)
  7. Argumento 'Ad hominem' (W)
  8. Ciencias experimentales
  9. Ciencias matemáticas
  10. Racionalismo Crítico (W)
  11. Falsacionismo (W)
  12. Contextualismo
  13. Conocimiento Sensible
  14. Conocimiento racional
  15. Mecanicismo
  16. Pricipio de indeterminación
  17. Actitud baconiana
  18. Actitud contemplantiva
  19. Éticas materiales o hetrénomas
  20. Éticas formales o autónomas
  21. Técnica
  22. Filosofía
  23. Ciencia
  24. Perspectivismo
  25. Argumento 'Ad Populum'
  26. Argumento 'Ex Populo'
  27. Argumento ' A fortiori'
  28. Argumento de autoridad
  29. Argumento 'Ad verecundiam'
  30. Argumento por reducción al absurdo
  31. Argumento circular, o círculo vicioso (W)
  32. Sofisma
  33. Falacia
  34. Argumentación dialéctica
  35. Positivismo
  36. Neopostivismo
  37. Utilitarismo
  38. Pragmatismo
  39. Arte

Historia de la Ciencia


lunes, 26 de noviembre de 2007

admiración

admiración

Que la filosofía no se trata de una ciencia productiva, es evidente ya por los primeros que filosofaron. Pues los hombres comienzan y comenzaron siempre a filosofar movidos por la admiración; al principio admirados ante los fenómenos sorprendentes más comunes; luego avanzando poco a poco y planteándose problemas mayores, como los cambios de luna y los relativos al sol y a las estrellas, y la generación del universo. Pero el que se plantea un problema o se admira, reconoce su ignorancia.Por eso también el que ama los mitos, es en cierto modo filósofo; pues el mito se compone de elementos maravillosos. De suerte que, si filosofaron para huir de la ignorancia, es claro que buscaban el saber en vista del conocimiento, y no por alguna utilidad. Y así lo atestigua lo ocurrido. Pues esta disciplina comenzó a buscarse cuando ya existían casi todas las cosas necesarias y las relativas al descanso y al omato de la vida. Es pues, evidente que no la buscamos por ninguna otra utilidad, sino que, así como llamamos hombres libres al que es para sí mismo y no para otro, así consideramos a esta como la única ciencia libre, pues esta sola es para sí misma[...]

Así pues, pues, todas las ciencias son más necesarias que ésta; pero mejor, ninguna.



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Metafísica, 982b- 983a. (Gredos, Madrid 1970, p. 14-17).

Conocimiento Inductivo

domingo, 25 de noviembre de 2007

Las Cosas

Al principio, ¡qué sencillo,
allí delante, qué claro!
No era nada, era una rosa
haciendo feliz a un tallo,
un pájaro que va y viene
soñando que él es un pájaro,
una piedra, lenta flor
que le ha costado a esta tierra!
un esmero de mil años.
¡Qué fácil, todo al alcance!
¡Si ya no hay más que tomarlo!
Las manos, las inocentes
acuden siempre al engaño.
No van lejos, sólo van
hasta donde alcanza el tacto.
Rosa la que ellas arranquen
no se queda, está de paso.
Cosecheras de apariencias
no saben que cada una
está celando un arcano
Hermosos, sí, los sentidos,
pero no llegan a tanto.

Hay otra cosa mejor,
hay un algo,
un puro querer cerniéndose,
por aires ya sobrehumanos
-galán de lo que se esconde-,
que puede más, y más alto.
Un algo que inicia ya,
muy misterioso, el trabajo
de coger su flor al mundo
-alquimia, birlibirloque-
para siempre, y sin tocarlo.

Pedro Salinas

¿La técnica moderna nos permite conocer la naturaleza en sí misma?

La pregunta sobre la técnica; Técnica y progreso

¿Qué es la técnica moderna? También ella es un hacer salir lo oculto. Sólo dejando descansar nuestra mirada en este rasgo fundamental se nos mostrará lo nuevo de la técnica moderna.

Con todo. El hacer salir lo oculto que domina por completo la técnica moderna, no se despliega ahora en un traer-ahí-delante en el sentido de la poyesis. El hacer salir lo oculto que prevalece en la técnica moderna es una provocación que pone ante la naturaleza la exigencia de suministrar energía que como tal pueda ser extraída y almacenada. Pero ¿no es esto válido también para el antiguo molino de viento? No. Sus aspas se mueven al viento, quedan confiadas de un modo inmediato al soplar de éste. Pero el molino de viento no alumbra energías del aire en movimiento para almacenarlas.

A una región de tierra, en cambio, se la provoca para que saque carbón y mineral. El reino de la tierra sale de lo oculto ahora como cuenca de carbón; el suelo, como yacimientote mineral. De otro modo aparece el campo que cultivaba antes el labrador, cuando cultivar significaba aún abrigar y cuidar. El hacer del campesino no provoca al campo de labor. En la siembra del grano, entrega la sementera a las fuerzas de crecimiento y cobija su prosperar. Ahora hasta el cultivo del campo ha sido arrastrado por la corriente de un cultivar de otro género, un cultivar (encargar) que emplaza a la Naturaleza. La emplaza en el sentido de la provocación. La agricultura es ahora industria mecanizada de la alimentación.

Al aire se lo emplaza a que dé nitrógeno, al suelo a que dé minerales, al mineral a que dé, por ejemplo, uranio, a éste a que dé energía atómica, que puede ser desatada para la destrucción o para la utilización pacífica.

El emplazar que provoca las energías de la Naturaleza es un promover en un doble sentido. Promueve alumbrando y exponiendo. Este promover, sin embargo, está emplazado de antemano a promover otras cosas, es decir, a impulsar hacia la máxima utilización con el mínimo gasto. El carbón extraído de la cuenca no está emplazado para que esté presente sin importar dónde sea. Está en depósito, es decir, está puesto y a punto para la solicitación del calor solar que está almacenado en él. Este calor solar es provocado en vistas al calor solicitado para suministrar vapor, cuya presión empuja el mecanismo por medio del cual la fábrica se mantiene en actividad.

La central hidroeléctrica está emplazada en la corriente del Rin. Emplaza a ésta en vistas a su presión hidráulica, que emplaza a las turbinas en vistas a que giren, y este movimiento giratorio hace girar aquella máquina, cuyo mecanismo produce la corriente eléctrica, en relación con la cual la central regional y su red están solicitadas para promover esta corriente. En la región de estas series, imbricadas unas con otras, de solicitación de energía eléctrica, la corriente del Rin aparece también como algo solicitado. La central hidroeléctrica no está construida en la corriente del Rin como el viejo puente de madera que desde hace siglos junta una orilla con otra. Es más bien la corriente la que está construida en la central. Ella es ahora lo que ahora es como corriente, a saber, suministradora de presión hidráulica, y lo es desde la esencia de la central. Para calibrar, aunque sólo sea desde lejos, la medida de lo monstruoso que se hace valer aquí, fijémonos un momento en el contraste que se expresa en estos dos títulos: “El Rin” construido en la central energética, como obstruyéndola, y “El Rin” dicho desde la obra de arte del himno de Hölderlin del mismo nombre. Pero, se replicará: el Rin sigue siendo la corriente de agua del paisaje. Es posible, pero ¿cómo? No de otro modo que como objeto para ser visitado, susceptible de ser solicitado por una agencia de viajes que ha hecho emplazar allí una industria de vacaciones.

El hacer salir de lo oculto que domina por completo a la técnica moderna tiene el carácter del emplazar, en el sentido de la provocación. Éste acontece así: la energía oculta en la Naturaleza es sacada a la luz, a lo sacado a la luz se lo transforma, lo transformado es almacenado, a lo almacenado a su vez se lo distribuye, y lo distribuido es nuevamente conmutado. Sacar a la luz, transformar, almacenar, distribuir, conmutar son maneras del hacer salir lo oculto. Sin embargo, esto no discurre de un modo simple. Tampoco se pierde en lo indeterminado. El hacer salir lo oculto desoculta para sí mismo sus propias rutas, imbricadas de un modo múltiple, y las desoculta dirigiéndolas. Por su parte, esta misma dirección viene asegurada por doquier. La dirección y el aseguramiento son incluso los rasgos fundamentales del salir a la luz que provoca.

Academia de las ciencias de Munich (Martin Heidegger
)