miércoles, 9 de enero de 2008

Teoría y praxis

El título nº 7 del ensayo de TDC para mayo 2009 reza así:
"La sabiduría moral parece tener tan poca relación con el conocimiento de la teoría ética como jugar bien al tenis con el conocimiento de la física." (Emrys Westacott). ¿ En qué medida deben nuestras acciones guiarse por nuestras teorías? Considere la ética y, al menos, un área de conocimiento más.

Algunas consideraciones:
1. La cuestión que está en la base de este título es la de la relación entre teoría y práctica. Sin ser exhaustivos podríamos sugerir tres posibilidades: a) que la teoría fuera un mero ideal, un deseo inalcanzable para el desempeño de una actividad. Es la consideración de la teoría como utopía; lo que no tiene lugar alguno en la realidad. b) Podemos considerar, al contrario, que el ideal-la teoría- es la verdadera realidad de la que la praxis -acción- es un pálido reflejo. c) Por último, podemos considerar que teoría y praxis están en una relación de mutua dependencia.
2. De la afirmación de Westacott parece desprenderse la primera de las tres posibilidades mencionadas. Quizás incluso con un matiz un poco más peyorativo: teoría y acción no se parecen en nada. Cabe decir que el paralelismo que establece sabiduría moral - teoría ética / jugar bien al tenis- conocimiento de la física es un tanto forzado. Ciertamente, no es suficiente el conocimiento teórico de la física del tenis para jugar bien a este deporte. Ni siquiera se puede afirmar que el que juega bien a tenis es un experto en la teoría de choques elásticos. Sin embargo, tampoco parece que exista duda alguna en que el estudio profundo de la física ha hecho evolucionar no solo los materiales para confeccionar las raquetas, o la pista, o las pelotas, sino también -precisamente por la evolución de los materiales- el estilo del drive y el revés. Como tampoco cabe duda alguna de que los elementos teóricos del tenis alimentan la formación de un gran tenista. Dicho esto, es obvio que primero fue el tenis y después la reflexión sobre el tenis -la teoría-. Una teoría aplicada de forma exitosa acaba tomando cuerpo entre las experiencias teóricas que nos transmitiremos para no tener que empezar otra vez de cero. El saber teórico escrito configurará el depósito de nuestra experiencia.
3. En el terreno ético también podemos observar algo similar. El niño es capaz de comportarse de acuerdo a la sabiduría moral propia de su edad, el indio perdido en la selva amazónica - sin conocimiento de códigos éticos, ni de teorías éticas- obra, sin embargo, de acuerdo a una ética. La reflexión que hace el hombre sobre su obrar moral le aportará razones que justifican su obrar. El conocimiento de la ley natural es progresivo, y progresivo su profundización. La esclavitud no siempre ha sido considerada con la misma valoración con la que lo hacemos hoy. Sociedades democráticas han permitido la esclavitud. La ley del Talión vino a ser un freno para los desmanes y desmesuras en la aplicación de una justicia vindicativa; hoy en día no nos parece que sea justa la venganza. La reflexión acerca de lo que significa obrar bien, y la experiencia adquirida en la perseverancia en el buen obrar, configuran un código de conducta que enseñaremos a las generaciones que nos siguen. Trasladamos las conquistas de nuestras acciones solidificadas, por así decir, en nuestra teoría.
4. Para desmitificar el valor de la teoría se suelen argumentar razones de cierto peso. La presencia de la conducta o acción ideal, aquella que responde perfectamente a la teoría, es rara. Abundan las aproximaciones al ideal, escasean las acciones modélicas. El plano de un arquitecto soporta casi todo, la realidad, no. La devaluación de la teoría suele venir de la mano de cierta acusación de desconocimiento de la realidad; se denuncia una distancia insalvable entre lo que es y lo que debería ser.
5. Podemos comprobar en la historia como las utopías sociales, han supuesto una mejora real en la constitución de la res pública.
6. Existen áreas de conocimiento en el que la teoría es todo, o casi todo. Pensemos el caso de las matemáticas y el descubrimiento de los números. El proceder axiomático de esta disciplina del conocimiento hace de la teoría la verdadera realidad.