domingo, 2 de marzo de 2008

TEXTO 6, LA CIENCIAS MÁS SABIA:

ARISTÒTIL: Metafísica, I, 980 a

En este texto, Aristóteles nos define cierta ciencia, o más bien la clasifica, presentando las diversas opciones. En primer lugar, habla de ciencia rigurosa. Para el autor, la ciencia rigurosa es la que posee principios. Aunque de entre éstas, la que presenta menos principios es la más rigurosa. Por otro lado, nos describe los rasgos propios de la ciencia más científica. Dicha ciencia existirá por sí misma, es decir, conocer por conocer sin esperar productividad alguna. De la misma manera, la ciencia en cuestión tratará las causas, lo cual hace que sea una ciencia de lo más científica debido a su grado de enseñanza.

Por mi parte, Aristóteles no hace más que describirnos la ciencia más sabia, la filosofía. Reafirmo el lema de conocer por conocer y también, reafirmo, desde mi parecer, que la filosofía indaga las causas sin tender la mano a la espera de resultados; al contrario de una ciencia como la física. Ésta desarrolla unos conceptos que desembocan en fórmulas válidas y con la única finalidad de usarlas como fábrica de resultados. Por otra parte, la filosofía se estudia a sí misma. Ello hace reconocer la ignorancia, la cual se quiere superar mediante el conocimiento.

Bien es cierto que podríamos hablar, entonces, de ciencia teórica: ¿toda ella es teórica? El hecho de no esperar resultado la hace teórica, ¿no? Al fin y al cabo, la teoría no sirve para nada sin la práctica. De poco sirve saberse una fórmula matemática y no emplearla. De poco sirve conocer los nombres de tus compañeros y luego llamarles como te apetezca. De poco sirve saberse el código de circulación y luego no poner en práctica lo conocido previamente.

He de decir que a filosofía le sobran todos los adjetivos menos el de sabia. Las matemáticas estudian muchas cosas, ¿no son sabias? Supongo que serán sabias dentro del grupo de química, física y compañía. Todos podemos conocer ciertas cosas porque tenemos sentidos. Yo veo las consecuencias de pegar una brutal paliza a alguien, pero ¿cuál es el motivo de que algo dentro de mí me diga que eso no está bien hecho o no es lícito? Lo realmente arduo y difícil es saber las causas, no los resultados. Los resultados son visibles para la mayoría. A quien trata realmente lo arduo le llamaos sabio y en este caso es la filosofía.

Como conclusión, decir que la filosofía intenta hacernos de lo arduo, algo más llevadero. La filosofía no quiere curar la ignorancia, quiere ampliar el conocimiento.

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